martes, 9 de julio de 2013

JUEVES 19 hs.: FÚTBOL


Según mi asesor en datos y estadísticas, desde Enero de 1.993, (hace ya más de 20 años) todos los jueves a las 19 horas de manera casi ininterrumpida se produce el comienzo de una ceremonia pagana: “picado” de fútbol 5.

Feligreses, de los más variados han transitado en procesión por esta especie de “misa” futbolera.

El cuñado de la hermana de un amigo, hombre que no conocemos, aparece por el rectángulo alfombrado y luego de las presentaciones de rigor, ya forma parte de alguno de los equipos en disputa.

Jugadores que hacia años no tocaban un balón, y otros que el último esférico lo vieron en el Jardín de Infantes; se calzan los cortos….y a las pistas y a correr.

Integraron “la legión” representantes de diversos países, a los descendientes de alemanes, italianos, holandeses, chilenos etc. debemos agregar nativos de otros lares como el Francés o un Licenciado que recibió el mote de “Nigeriano”.

Diferentes hechos traumáticos poblaron el devenir de tantos cotejos. Insultos de todos los colores, sonoras bofetadas en la cara, torceduras varias, tornillos en la cabeza (desprendidos del techo), roturas de meniscos y ligamentos.
Gente maldiciendo trepada a la red lateral o colgada del travesaño ante un gol evitable, maderas rotas después de recibir una bolea por una jugada que no salió.
Miembros de los equipos que se retiran ofendidos y a los que es necesario buscar a la calle para que vuelvan al partido.

Frases célebres como: “para que estudiaste Exactas?” al arquero que erró en el cálculo y se “comió” un gol tonto.
“Pensá, pensá, pensá”
“Para arriba vamos todos, pero a defender no vuelve nadie. Eh”
“No intentes cosas para las que tu cuerpo no está diseñado”.
“Estamos todos dormidos!!!!!!!”



Fugazmente jugamos en Paraíso Familiar, en un cajón de manzanas de calle Panamá y en el Azteca de Sixto Laspiur; sin embargo “Casablanca” es nuestro hogar, y a pesar de sus limitaciones es para nosotros….el Maracaná.

A todos los empleados de la AMBB alguna vez “obligamos” a que asistieran a tan magno evento.

Todos nuestros amigos, hermanos o primos, alguna vez, vinieron a jugar fútbol algún jueves cualquiera.

Todos los familiares y amigos de nuestros compañeros/as de trabajo que supieran pegarle a la redonda, seguramente alguna vez fueron convocados.
Todos los conocidos de los amigos y familiares arriba mencionados, probablemente alguna vez nos “salvaron” de jugar 5 contra 4.

Es que cuando llega el jueves al medio día y te falta gente para completar, la imaginación vuela y los organizadores son capaces de establecer las mas complejas relaciones para rescatar de los lugares mas inverosímiles ese jugador que te permita llegar a ese número anhelado: “10”.

Párrafo aparte para quienes se comprometen a asistir y no lo hacen, ni avisan. Sanciones de 99 años sin jugar, pesan aún sobre determinados personajes que realizaron tamaña afrenta. En eso el Comité de Disciplina (cuerpo colegiado de “un” miembro) es INFLEXIBLE.

La verde alfombra fue mudo testigo de espectáculos lamentables, como la pelea entre hermanos, insultos entre amigos y conatos de violencia entre desconocidos.
Pareciera que en algún momento el fútbol de los jueves fue la válvula de escape de todas nuestras locuras y la manera de sacar de adentro nuestros peores y más violentos fantasmas. Como una terapia de grupo, pero sin la asistencia de un profesional.

A 20 años vista, la cosa en la actualidad, está mucho mas calma. Se ve que el paso de los años nos regalo cierto aplomo y mas deseo de divertirnos. Se llega sobre la hora, se charla unos 15 minutos, se “calienta” 2 minutos, se espera a los que invariablemente llegan tarde y al fin a jugar, que de eso se trata.

Conviven en el mismo equipo camisetas diversas, y suele pasar, que un “gallina” con su atuendo rojiblanco grite un gol realizado por un “xeneize” cuya camiseta reza: “Román”. Junto a las mas conocidas, “transpiran” otras de equipos, de diversas localidades y que cuentan historias de partidos pasados.

No deja de ser un momento que uno espera toda la semana. Ese momento lúdico, en que volvemos a ser niños detrás de una pelota que sueñan con la jugada de Diego frente a los ingleses.
Voluntariosos jugadores que se lamentan si la jugada no salió como esperaban (la mayoría de las veces) y que gritan GOOOOL con toda la boca como si se tratara la final del Mundo.

Vaya entonces el reconocimiento a TODOS.
A los que alguna vez nos hicieron “la gamba” para no quedar rengos.
A los “históricos” que siempre están y cantan Presente cada jueves.

Y por último a quien fue:
Socio Fundador, organizador, presidente del Comité de Disciplina, árbitro, Director Técnico, chofer y por supuesto un jugador “expeditivo”.
Si, a vos Gustavo, por tu voluntad inquebrantable y tu tozudez para no aflojar. Solo tus rodillas maltrechas te obligaron al retiro. Aun así ante la emergencia contamos con vos.

Seguramente pasa en otros lugares del país y del mundo, porque el fútbol es el juego mas bello de todos, sin embargo hay en nuestro particular encuentro de los Jueves ese aroma a “casero”, de las comidas hechas en casa.
Ese sabor cotidiano que nuestro paladar ya conoce y que sin embargo disfruta con placer y espera con ansías.
Ese encuentro con gente que uno aprecia, para jugar al “fulbo” y durante una hora creer que lo mas importante pasa por darle un buen destino a esa caprichosa esfera de cuero.
El milagro de que ni bien arranca el juego, los cinco, somos equipo y parece que hace años que jugamos juntos (por el sentimiento, no por las calidades futbolísticas) y los 5 contrarios son el Barcelona al que debemos ganar.

En fin, sentimientos de jugar con amigos.

Abrazo de gol y…. que haces los jueves a las 19 horas?



Rodrigo (la pelota no se mancha) Holzmann.



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