Quedó mi cuerpo vacío.
Un hombre que mira la noche.
Sueños que dejan huellas.
Ser lo que ahora soy.
Un hombre que
mira la noche, ese ser indefenso, soy yo.
Quedó mi cuerpo
vacío con tu súbita partida.
Sueños que
dejan huellas, recuerdos que habitan mi alma por ya no saberte.
Polvo de los
caminos que no volveré a pisar, son el comienzo y final del ser que ahora soy.
La oquedad de
los espejos, oculta la belleza interior.
En el no lugar
del cuerpo vítreo, el fin último tiene su morada.
El color de las
almas, se puede percibir porque la paleta del Gran Pintor, habita en…….la
oquedad de los espejos.
FILO DE PUÑALES
Dos siluetas “compadritos”
se recortan en el callejón empedrado.
Bajo la fría
luz de la luna, dos hombres escriben su honor con el filo de sus puñales.
Una mujer
innombrable cruzó los caminos de cuchillos arrabaleros, el acero indócil es el
árbitro de la dura contienda.
Con el alba,
alguien habrá muerto por amor.
Filo de
puñales, con roja pasión tiñen el momento, ciegan la vida y nace el dolor.
ESPIRALES DE ESPUMA
La mar
embravecida golpea, cual martillo, las rocas del acantilado.
Espirales de
espuma dibujan extrañas siluetas, que se desvanecen en el espejo de sal.
Blancas como
nieve, espirales de espuma, viven la corta edad de las olas.
Son y, ya no
son, al cadencioso compás de la marea.
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